Miguel nace en Cáceres el ocho de mayo del año dos mil uno.
Le gustaría ser bien un mono o un perro, porque “el mono es más inteligente y el perro porque lleva buena vida si lo tratan con cariño y son graciosos”.
La decisión por participar en este intercambio vino porque se puede aprender de otras personas, otras culturas.
Tiene ilusión “por vivir una buena vida en compañía, porque la felicidad es para compartirla con tus seres queridos, no para quedártelas en tu interior”.
Su proyecto en este intercambio trata de “un dron para desinfectar una sala sin necesidad de personas cualificadas”.
Su correspondiente es Pablo, “es gracioso, simpático y sociable”.
Lo que más le está gustando del intercambio, “es hacer amigos nuevos o mejorar la amistad con los que ya conoces”.
A los alumnos de primero y segundo de ESO les diría “que se apunten al siguiente intercambio, si quieren; pero, es una experiencia que solo se puede vivir una vez y hay que vivirla al máximo”
Pedro Alejandro Galán
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